La parábola del fariseo y el publicano
Cuento Corto

La parábola del fariseo y el publicano
0,0

Jesús contó esta parábola para enseñar que la humildad es esencial para acercarnos a Dios. Esta es la Parábola del Fariseo y el Publicano, relatada en el Evangelio de Lucas 18:9-14, una lección sobre el verdadero significado de la oración y la justicia.

LEER CUENTO CORTO

La parábola del fariseo y el publicano

Un día, Jesús se dirigió a quienes confiaban en su propia justicia y despreciaban a los demás, y les dijo:
—Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era un fariseo y el otro, un publicano.

El fariseo, conocido por su estricta observancia de la ley, se colocó en un lugar prominente dentro del templo para orar. Con aire de autosuficiencia, levantó la mirada al cielo y dijo:
—Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros, o como este publicano. Ayuno dos veces por semana y doy el diezmo de todo lo que gano.

El fariseo estaba orgulloso de su cumplimiento de las normas religiosas, pero su oración reflejaba arrogancia y desprecio hacia los demás.

Mientras tanto, el publicano, un recolector de impuestos despreciado por la sociedad de la época, permanecía en un rincón del templo, apartado y con la cabeza baja. Con humildad, golpeaba su pecho y oraba:
—Dios, ten misericordia de mí, que soy un pecador.

Jesús concluyó diciendo:
—Les aseguro que este hombre, el publicano, volvió a su casa justificado ante Dios, y no el fariseo. Porque todo el que se engrandece será humillado, y el que se humilla será engrandecido.

Con esta parábola, Jesús mostró que la verdadera oración no se trata de enumerar nuestras virtudes ni de compararnos con los demás, sino de reconocer nuestras debilidades y depender de la gracia de Dios.

La Parábola del Fariseo y el Publicano nos enseña que Dios valora un corazón humilde y arrepentido, y que la verdadera justicia no proviene de las apariencias, sino de la sinceridad ante Él.

MÁS CUENTOS CRISTIANOS
OTROS CUENTOS CORTOS
0,0
VALORAR

No hay reseñas todavía. Sé el primero en escribir una.