El elefante que soñaba con volar
Cuento Corto

Un elefante soñador llamado Toto anhela volar como los pájaros. A través de la amistad y la perseverancia, descubre que todos tenemos algo especial que nos hace únicos.

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En la vasta sabana, bajo un cielo azul infinito, vivía Toto, un elefante joven con orejas enormes y una gran imaginación. Mientras otros elefantes disfrutaban bañándose en el río, Toto pasaba horas mirando a las aves volar. Deseaba con todo su corazón sentir el viento bajo sus patas y rozar las nubes con su trompa.

Una tarde, Toto compartió su sueño con su mejor amiga, Lila, una intrépida suricata.
—¿Volar? —dijo Lila, riendo—. Pero, Toto, ¡tú eres un elefante! Los elefantes no vuelan.
—Quizás no hoy, pero algún día lo haré —contestó Toto con determinación.

Decidido a intentarlo, Toto pidió ayuda a los animales de la sabana. El tucán Pico le enseñó a extender sus orejas como alas. La jirafa Tula le mostró cómo impulsarse hacia arriba. Incluso los monos le ayudaron a construir una catapulta hecha de ramas. Pero cada intento terminaba igual: con Toto de vuelta al suelo y un montón de risas alrededor.

Un día, mientras Toto descansaba junto al lago, vio su reflejo en el agua. Notó algo que nunca había apreciado antes: su gran tamaño y fuerza.
—Tal vez no puedo volar —pensó—, pero puedo hacer algo único.

Inspirado, comenzó a mover ramas caídas con su trompa, creando un refugio para aves heridas. Poco a poco, su espacio se llenó de colores y cantos. Las aves agradecidas volaban alrededor de Toto, quien, aunque seguía en tierra, sentía que flotaba junto a ellas.

Lila se le acercó emocionada.
—¡Toto, mira lo que has hecho! ¡Tu sueño de volar se cumplió, pero de una manera diferente!

Toto sonrió. Aprendió que no necesitamos ser como otros para ser especiales. A veces, nuestros sueños se cumplen de formas inesperadas, si usamos lo que nos hace únicos.

Y así, Toto, el elefante que soñaba con volar, se convirtió en el protector de los cielos de la sabana.