El sapo y el escorpión
Fábula
En esta fábula clásica, un sapo y un escorpión enfrentan una situación que pone a prueba la confianza y la naturaleza de cada uno. El Sapo y el Escorpión nos deja una valiosa lección sobre los instintos y la verdadera naturaleza de cada ser.
El sapo y el escorpión
Una tarde, junto a un caudaloso río, un escorpión buscaba una manera de cruzar al otro lado. El agua fluía rápidamente, y aunque era ágil, sabía que no podía nadar. Justo en ese momento, un sapo se acercó al borde del río.
El escorpión, viendo al sapo como su única esperanza, se le acercó y dijo:
—Amigo sapo, ¿podrías ayudarme a cruzar el río? Déjame subir a tu espalda, y juntos llegaremos al otro lado.
El sapo, desconfiado, respondió:
—¿Cómo puedo confiar en ti? Si te dejo subir, podrías picarme con tu veneno, y ambos moriríamos.
El escorpión negó con vehemencia.
—Eso sería una tontería. Si te pico, me ahogaría junto contigo. Te prometo que no haré nada malo.
El sapo reflexionó por un momento. Las palabras del escorpión parecían razonables.
—Está bien —dijo finalmente—, sube a mi espalda, pero no olvides tu promesa.
Con cuidado, el escorpión se subió a la espalda del sapo, y juntos comenzaron a cruzar el río. La corriente era fuerte, pero el sapo avanzaba con firmeza. Sin embargo, cuando estaban a mitad del río, el escorpión levantó su cola y picó al sapo.
El sapo, sintiendo el veneno, gritó:
—¡¿Por qué lo hiciste?! Ahora ambos moriremos.
El escorpión, mientras se hundían, respondió con tristeza:
—No pude evitarlo. Es mi naturaleza.
Moraleja:
La verdadera naturaleza de alguien siempre se manifestará, incluso si contradice la razón o las promesas. La fábula nos enseña a ser cautelosos y a no ignorar los instintos cuando conocemos la esencia de los demás.
⭐ Votos
Valoraciones
No hay reseñas todavía. Sé el primero en escribir una.