El cuervo y la jarra
Fábula de Esopo
En esta fábula de Esopo, un cuervo nos enseña que la inteligencia y la perseverancia pueden superar cualquier desafío. El Cuervo y la Jarra es una historia sobre cómo resolver problemas con ingenio.
El cuervo y la jarra
Un día caluroso de verano, un cuervo sediento buscaba desesperadamente agua para beber. Después de un largo vuelo, vio una jarra al pie de un árbol y se acercó rápidamente, con la esperanza de encontrar algo que calmara su sed.
Al mirar dentro, vio que la jarra tenía agua, pero el nivel era demasiado bajo para que él pudiera alcanzarlo con su pico. El cuervo intentó inclinar la jarra para derramar el agua, pero esta era demasiado pesada para moverla.
Frustrado, el cuervo se sentó a pensar. Aunque estaba cansado y sediento, no se rindió. Observó su alrededor y tuvo una idea. Comenzó a recoger pequeñas piedras y a lanzarlas una por una dentro de la jarra.
Al principio, parecía inútil, pero con cada piedra que caía, el nivel del agua subía un poco más. El cuervo continuó trabajando pacientemente, hasta que finalmente el agua llegó lo suficientemente alto como para que pudiera beber.
Con satisfacción, el cuervo sació su sed y voló lejos, sabiendo que había superado el desafío gracias a su inteligencia y perseverancia.
Moraleja:
La inteligencia y la paciencia pueden resolver incluso los problemas más difíciles. Esta fábula nos enseña que, frente a los obstáculos, debemos usar nuestro ingenio y no rendirnos, pues la perseverancia es clave para alcanzar nuestras metas.
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