Cuento Corto del capitán Garfio

La princesa y el sapo imagen para imprimir

Disfruta del cuento corto del El capitán Garfio y el tesoro perdido en su versión online.

El Capitán Garfio descubre un mapa que lo lleva al tesoro perdido de la Isla Niebla. Decidido a ser el pirata más rico de los mares, Garfio se embarca en una peligrosa aventura que le revelará secretos y pondrá a prueba su astucia y coraje.

El capitán Garfio y el tesoro perdido

En los mares de Nunca Jamás, nadie era tan temido como el Capitán Garfio. Con su sombrero imponente y su gancho de acero, Garfio era el terror de todos los navegantes. Aunque tenía grandes riquezas, soñaba con el tesoro perdido de la Isla Niebla, un botín tan legendario que ni el mar entero podría contenerlo.

Una noche, uno de sus marineros encontró una botella flotante con un viejo mapa hacia la Isla Niebla. Los ojos de Garfio brillaron de codicia.

—¡Tripulación! —gritó—. ¡Zarpamos hacia la Isla Niebla! Pronto, todos los mares conocerán mi nombre.

El Jolly Roger partió, atravesando tormentas y una espesa niebla que parecía seguirlos. Finalmente, llegaron a la Isla Niebla, un lugar sombrío con árboles retorcidos y niebla tan densa que apenas podían ver unos metros adelante. Siguiendo el mapa, Garfio y su tripulación llegaron a una cueva al pie de una colina.

—Por fin… —murmuró Garfio—. El tesoro será mío.

Dentro de la cueva, encontraron una inscripción en la pared: “Este tesoro no es para cualquiera. Solo aquel que abandone su ambición lo encontrará.”

Garfio, sin hacer caso, avanzó hasta hallar un cofre dorado. Pero cuando lo tocó, una figura espectral apareció entre la niebla: la Guardián del Tesoro.

—Capitán Garfio —dijo la figura—, ¿por qué deseas este tesoro? ¿Para satisfacer tu ambición o para aprender el verdadero valor?

—¡Para ser el pirata más temido y más rico de todos los mares! —contestó Garfio.

Al oír esto, el cofre desapareció como una ilusión. La Guardián sonrió y dijo:

—La verdadera riqueza no está en el oro, sino en las lecciones que aprendemos. Este tesoro es solo para quien abandone su avaricia.

Garfio, confundido y enfadado, salió de la cueva. De regreso al Jolly Roger, notó algo que nunca había valorado: su tripulación lo seguía con respeto y lealtad. Tal vez, después de todo, ya era más rico de lo que creía.

Así, Garfio continuó navegando como el capitán más temido, ahora sabiendo que la lealtad de su tripulación era su verdadera fortuna.

Moraleja: A veces, el tesoro más valioso no es el oro ni la fama, sino el respeto y la lealtad de quienes están a nuestro lado.

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