«El Castillo Ambulante» | ハウルの動く城 Hauru no Ugoku Shiro
Sofía Hatter, una joven sombrerera de 18 años, vivía en Market Chipping, un pequeño pueblo en el corazón de Ingary, un país mágico donde la magia era tan común como la lluvia. Un día, Sofía fue víctima de un hechizo de la Bruja del Páramo, una poderosa hechicera que la convirtió en una anciana.
Avergonzada y desanimada, Sofía decidió huir del pueblo. En su camino, se encontró con el Castillo Andante, una enorme estructura de metal que se movía sobre patas de pollo. El castillo era el hogar de Hauru, un mago apuesto y misterioso al que se rumoreaba que era un devorador de corazones.
Sofía, sin saber dónde ir, se dirigió al castillo y llamó a la puerta. Calcifero, un demonio del fuego que habitaba en el corazón del castillo, la dejó entrar. Calcifero le dijo a Sofía que Hauru no estaba, pero que ella podía quedarse a trabajar como sirvienta a cambio de que le ayudara a romper el hechizo que la convertía en una anciana.
Sofía aceptó la propuesta y pronto se encontró inmersa en la vida del Castillo Andante. Conoció a Markl, un joven aprendiz de mago, y a Heen, un perro gigante que era la mascota de Hauru. Sofía también descubrió que Hauru, a pesar de su apariencia arrogante, era un hombre bondadoso y vulnerable que también estaba bajo un hechizo.
Con el tiempo, Sofía y Hauru se fueron enamorando. Sofía, con su bondad y su sabiduría, ayudó a Hauru a enfrentar sus miedos y a romper el hechizo que lo ataba. A su vez, Hauru, con su magia y su protección, ayudó a Sofía a aceptarse a sí misma y a encontrar su lugar en el mundo.
Un día, la Bruja del Páramo atacó el Castillo Andante. Sofía, Hauru, Markl y Calcifer lucharon valientemente contra ella. Finalmente, gracias a la magia de Hauru y el sacrificio de Calcifer, la Bruja del Páramo fue derrotada.
Con la derrota de la Bruja del Páramo, los hechizos se rompieron. Sofía recuperó su juventud y Hauru se liberó del hechizo que lo convertía en un monstruo. El Castillo Andante dejó de vagar y se estableció en un valle verde, donde Sofía y Hauru vivieron felices para siempre.
El Castillo Andante es una historia de amor, amistad y superación personal. Es un cuento que nos enseña que la verdadera belleza está en el interior y que el amor puede romper cualquier hechizo.