El pollito Pepe
Cuento Corto
En una granja llena de animales, un pequeño y curioso pollito llamado Pepe vivió una divertida aventura que lo ayudó a aprender sobre la importancia de crecer con paciencia. Esta es la encantadora historia de El Pollito Pepe, un cuento para los más pequeños.
El pollito Pepe
En una soleada granja vivía un pollito amarillo llamado Pepe. Era pequeño, con patas cortas y un pico brillante, pero tenía un corazón lleno de entusiasmo. Cada mañana, Pepe se levantaba con la primera luz del sol y corría al gallinero a despertar a su mamá.
—¡Mamá, quiero ser grande como el gallo! —decía emocionado, mirando al gallo cantar desde el tejado.
—Todo a su tiempo, Pepe —respondía su mamá—. Primero, debes comer bien y crecer fuerte.
Pepe era muy curioso y observaba a los demás animales de la granja con admiración.
—¡Mira las patas largas del pato! —exclamaba.
Entonces intentaba caminar como él, pero terminaba tropezándose.
—¡Y las orejas del conejo! —añadía, tratando de mover su cabeza para parecerse a él.
Todos en la granja reían con las ocurrencias de Pepe, pero le decían lo mismo:
—Pepe, cada animal tiene su tiempo para crecer.
Un día, mientras exploraba el jardín, Pepe encontró una semilla y decidió plantarla.
—Esta semilla crecerá tan rápido como quiero crecer yo —dijo emocionado.
Pepe regó la semilla cada día, pero pronto se desesperó porque no veía resultados.
—¡Nunca crecerá! —se quejaba, frustrado.
Su mamá lo vio y le explicó:
—Pepe, así como tú, la semilla necesita tiempo. Si tienes paciencia, verás cómo crece y se convierte en algo hermoso.
Pepe decidió seguir cuidando la semilla, aunque era difícil esperar. Pasaron los días, y finalmente, una pequeña planta comenzó a brotar. Pepe no podía creerlo.
—¡Creció! —gritó emocionado.
Desde entonces, Pepe entendió que crecer lleva tiempo y que la paciencia siempre trae recompensas. Con el tiempo, Pepe también creció y se convirtió en un gallo fuerte y orgulloso, recordando siempre la lección de su pequeña planta.
La historia de El Pollito Pepe nos enseña que crecer requiere paciencia y dedicación, y que todo llega en su debido momento.
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