La canción mágica de Coral
Cuento Corto

Coral, una sirena tímida con una voz mágica, enfrenta su mayor desafío cuando una tormenta amenaza el océano. Descubre que la valentía y la confianza en uno mismo son la clave para superar cualquier obstáculo.

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En las profundidades del océano, donde los rayos de sol apenas alcanzaban el suelo marino, vivía Coral, una sirena con una voz tan hermosa que todos los habitantes del reino submarino se detenían a escucharla cantar. Sin embargo, Coral era tímida y rara vez cantaba delante de otros, temiendo que su voz no fuera tan especial como decían.

Un día, la reina del océano convocó a todas las sirenas. Una poderosa tormenta mágica estaba destruyendo los arrecifes y el hogar de muchos animales marinos.
—La única manera de calmar las aguas es con una canción mágica, una melodía pura que pueda armonizar el océano —anunció la reina.

Las sirenas comenzaron a cantar juntas, pero la tormenta no cedía. Coral, escondida detrás de un coral gigante, sabía que su voz podía ser la solución, pero el miedo la paralizaba.
—¿Y si mi canto no es suficiente? —susurró.

Mientras las olas rugían, su mejor amiga, una estrella de mar llamada Estel, se acercó.
—Coral, siempre has tenido un don especial. No se trata de ser perfecta, sino de intentarlo con todo tu corazón.
Coral dudó, pero al ver cómo la tormenta amenazaba con destruir su hogar, decidió intentarlo.

Con un profundo respiro, Coral nadó al centro del arrecife y comenzó a cantar. Su voz se elevó como un susurro suave al principio, pero pronto llenó todo el océano con una melodía única y mágica. La tormenta pareció escucharla. Las olas se calmaron, los corales volvieron a brillar y los peces nadaron felices nuevamente.

Cuando terminó, todos los animales marinos la rodearon con alegría.
—¡Tu voz salvó el océano! —exclamaron.
La reina se acercó a Coral con una sonrisa.
—No solo tienes una voz mágica, Coral, sino un corazón valiente. Hoy nos has demostrado que el verdadero poder está en compartir nuestros dones, sin importar el miedo.

Desde entonces, Coral cantaba sin temor, recordando siempre que la magia de su voz venía de su valentía y su amor por los demás.