🎄 La niña de los fosforos ❄️
Hans Christian
Una niña pobre intenta vender cerillas en una fría noche de invierno. Sus fosforitos la llevan a imaginar un mundo de calidez y amor, revelando una historia conmovedora.
🎄 La pequeña cerillera ❄️
Era la última noche del año, y la nieve caía sobre las calles oscuras de la ciudad. Una niña pobre caminaba descalza, con los pies rojos y helados. Sus zapatos se habían perdido en la nieve, y su ropa era tan fina que apenas la protegía del viento gélido. En sus manos llevaba una caja con fósforos que intentaba vender. Nadie se detenía a comprarlos, y los transeúntes pasaban sin mirarla. La niña tenía miedo de volver a casa sin dinero, porque su padre, aunque severo, la esperaba con pocas esperanzas.
Finalmente, agotada y temblando de frío, se sentó en un rincón entre dos casas. La nieve seguía cayendo, y ella apenas podía mover los dedos entumecidos. Desesperada por calentarse, decidió encender un fósforo. Al hacerlo, la pequeña llama iluminó el rincón, y la niña imaginó una cálida chimenea, con leños chispeantes. Extendió las manos hacia el calor, pero cuando el fósforo se apagó, la chimenea desapareció.
Encendió otro fósforo, y esta vez vio una mesa repleta de comida deliciosa: un ganso asado, frutas, pasteles. El aroma parecía tan real que su boca se hizo agua. Pero la llama se extinguió, y la comida desapareció. Encendió un tercer fósforo, y ante sus ojos apareció un hermoso árbol de Navidad lleno de luces y adornos brillantes. Miró las luces subir al cielo y recordó lo que su abuela solía decir: “Cuando una estrella cae, un alma sube al cielo”.
Con lágrimas en los ojos, encendió otro fósforo, y vio a su abuela, la única persona que la había amado de verdad. “¡Abuela, no me dejes!”, suplicó la niña. La abuela la abrazó con ternura. En ese momento, la niña encendió el resto de los fósforos, deseando quedarse en aquel abrazo cálido para siempre.
A la mañana siguiente, los transeúntes encontraron a la niña inmóvil, con una sonrisa en el rostro y los fósforos gastados en sus manos. Aunque parecía sola, ella había encontrado la paz junto a su abuela, lejos del frío y el sufrimiento.
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