La Telaraña de Charlotte
Cuento Corto

En una tranquila granja, una araña llamada Charlotte y un cerdito llamado Wilbur formaron una amistad única que cambiaría sus vidas para siempre. Esta es la historia de La Telaraña de Charlotte, un cuento sobre amistad, sacrificio y esperanza.
La Telaraña de Charlotte
En una pequeña granja, un cerdito llamado Wilbur nació siendo el más pequeño de su camada. El granjero decidió que era demasiado débil para sobrevivir, pero su hija, Fern, suplicó por su vida.
—¡Papá, no lo mates! Yo cuidaré de él —prometió.
Fern crió a Wilbur con amor y dedicación, alimentándolo con biberón y jugando con él. Pronto, el cerdito creció fuerte y saludable, pero cuando se hizo más grande, su padre decidió venderlo a una granja vecina. Aunque Fern lo visitaba a menudo, Wilbur se sintió solo en su nuevo hogar.
Una noche, mientras lloraba en su establo, escuchó una voz suave y amable.
—No te preocupes, Wilbur. Seré tu amiga —dijo una araña gris que vivía en una esquina del establo. Su nombre era Charlotte, y desde ese momento, se convirtió en la mejor amiga de Wilbur.
Un día, Wilbur escuchó una conversación inquietante entre los animales del establo: los granjeros planeaban engordarlo para convertirlo en comida. Desesperado, Wilbur le pidió ayuda a Charlotte.
—No te preocupes, Wilbur —dijo Charlotte con calma—. Haré todo lo que pueda para salvarte.
Esa misma noche, Charlotte tejió palabras en su telaraña que decían: «CERDO EXTRAORDINARIO». Los granjeros, sorprendidos por el milagro, decidieron no matar a Wilbur. Charlotte continuó tejiendo mensajes como «RADIANTE» y «BRILLANTE», lo que convirtió a Wilbur en una atracción local.
Gracias a Charlotte, Wilbur ganó un concurso en la feria y fue declarado un cerdo especial, lo que aseguró su vida. Sin embargo, Charlotte, que había trabajado incansablemente para salvarlo, estaba agotada y sabía que su tiempo había llegado. Antes de morir, dejó un saco lleno de huevos para que sus hijos continuaran su legado.
Wilbur nunca olvidó a Charlotte y cuidó de sus crías con cariño, honrando la amistad y el sacrificio de la araña que lo había salvado.
La Telaraña de Charlotte nos enseña que la verdadera amistad implica sacrificios y que los actos de amor pueden cambiar vidas para siempre.
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