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La tortuga que desafió al tiempo
Cuento Corto

El elefante que soñaba con volar - Cuento Infantil Corto

Tula, una tortuga soñadora, desafía las limitaciones del tiempo con su perseverancia y enseña que cada paso, por pequeño que sea, nos acerca a nuestras metas.

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La tortuga que desafió al tiempo

En un rincón tranquilo de un bosque encantado vivía Tula, una tortuga que amaba observar las estrellas y escuchar historias de aventuras. Su abuela siempre le decía:
—Tula, las tortugas vivimos despacio, pero cada paso tiene su propósito.
Sin embargo, Tula soñaba con hacer algo grande, algo que dejara huella.

Un día, mientras caminaba junto al río, escuchó a un grupo de animales hablando de la montaña más alta del bosque.
—Dicen que nadie puede llegar a la cima —dijo Nico, un ágil venado—. El tiempo no alcanza.

Tula sintió un hormigueo de emoción.
—Yo lo haré —dijo con firmeza.
Todos los animales estallaron en risas.
—¡Eres una tortuga! —se burló Nico—. ¡Te tomaría toda la vida!

Tula ignoró las risas. Sabía que sería un desafío, pero estaba decidida. Cada mañana, antes de que el sol saliera, comenzaba a caminar. Aunque avanzaba despacio, no se detenía. Los días se convirtieron en semanas, y las semanas en meses. En el camino, enfrentó tormentas, terrenos difíciles y el cansancio, pero siempre recordaba las palabras de su abuela.

Un día, cuando Tula estaba a punto de rendirse, se encontró con Luna, una sabia luciérnaga.
—¿Por qué sigues adelante, Tula? —preguntó Luna.
—Porque cada paso me acerca más a la cima —respondió la tortuga.
Luna sonrió y decidió iluminar su camino cada noche.

Finalmente, después de mucho esfuerzo, Tula llegó a la cima. Desde allí, podía ver todo el bosque, y las estrellas brillaban más cerca que nunca. Al regresar, los animales la esperaban sorprendidos.
—¡Lo lograste! —dijo Nico, asombrado.
—No fue rápido, pero aprendí que no importa cuánto tardes, mientras nunca dejes de avanzar.

Tula enseñó a todos que la perseverancia vence al tiempo, y que los sueños, por grandes que sean, se alcanzan paso a paso. Desde entonces, la tortuga se convirtió en un símbolo de paciencia y determinación en el bosque encantado.

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