Las tres truchas – Cuento Infantil de miedo

Las tres truchas - Cuento Infantil de miedo

En un lago cristalino, rodeado de montañas imponentes y bosques frondosos, vivían tres truchas: Luisa, la más aventurera; Martina, la más precavida; y Olivia, la más ingeniosa. Las tres hermanas disfrutaban nadando entre las algas, jugando al escondite entre las rocas y cazando pequeños insectos acuáticos.

Un día, mientras exploraban las profundidades del lago, las truchas se encontraron con una cueva oscura y misteriosa. La entrada era estrecha y tenebrosa, y un aura de peligro las rodeaba.

Luisa, llena de curiosidad, quería entrar a la cueva sin importar las advertencias de sus hermanas. Martina le recordaba las historias de monstruos que habitaban en las profundidades, mientras que Olivia le proponía explorar con cautela, juntas.

Finalmente, la decisión de entrar a la cueva recayó en Luisa. Con un último aliento de valentía, se adentró en la oscuridad, seguida por sus hermanas.

El interior de la cueva era frío y húmedo. Un silencio sepulcral reinaba en el lugar, solo roto por el sonido del agua goteando desde las estalactitas. Las truchas nadaban con cautela, iluminando el camino con sus propios ojos.

De repente, un rugido aterrador resonó en la cueva. Las truchas se miraron, petrificadas de miedo. Un monstruo enorme, con ojos brillantes y colmillos afilados, emergió de las sombras.

Las truchas intentaron escapar, pero el monstruo era demasiado rápido. Luisa, la más aventurera, ideó un plan. Utilizó su velocidad para distraer al monstruo, mientras que Martina y Olivia buscaban una salida.

Olivia, con su ingenio, encontró una pequeña abertura en la pared de la cueva. Las tres truchas nadaron a toda velocidad hacia la salida, perseguidas por el monstruo rugiente.

Finalmente, lograron escapar de la cueva y regresar al lago cristalino. Exhaustas y aterrorizadas, pero a salvo.

Las tres truchas aprendieron una lección importante ese día. La curiosidad puede ser peligrosa, y la valentía sin precaución puede llevar al desastre. A partir de ese momento, las tres hermanas exploraron juntas, siempre con cautela y cuidado, y nunca más se adentraron en lugares desconocidos sin la compañía de las demás.

La historia de las tres truchas se transmitió de generación en generación entre las demás habitantes del lago. Un recordatorio de que la unión hace la fuerza, y que la valentía debe ir acompañada de inteligencia y precaución.tunesharemore_vert