La Bella Durmiente del Bosque
Cuento Corto
En un reino lejano, una princesa fue maldecida por un hada malvada y cayó en un profundo sueño del que solo el amor verdadero podía despertarla. Esta es la historia de La Bella Durmiente del Bosque, un clásico inmortal de Charles Perrault y los Hermanos Grimm, lleno de magia, valentía y esperanza.
La Bella Durmiente del Bosque
Había una vez un rey y una reina que, tras muchos años de espera, tuvieron una hija a la que llamaron Aurora. Para celebrar su nacimiento, organizaron una gran fiesta en el castillo e invitaron a todas las hadas del reino. Cada hada ofreció un don a la princesa: belleza, gracia, inteligencia, bondad… Pero antes de que la última pudiera otorgar su regalo, una figura oscura irrumpió en el salón. Era el hada Maléfica, enfurecida por no haber sido invitada.
Con una risa escalofriante, Maléfica lanzó una maldición sobre Aurora:
—Cuando cumpla 16 años, se pinchará con el huso de una rueca y morirá.
El salón quedó en silencio. Pero entonces, el hada más joven, que no había dado su regalo, suavizó la maldición:
—No morirá, pero caerá en un sueño profundo del que solo será despertada por el beso del amor verdadero.
El rey, temeroso por el destino de su hija, ordenó destruir todas las ruecas del reino. Sin embargo, la profecía no pudo evitarse. En su decimosexto cumpleaños, Aurora, guiada por una fuerza misteriosa, encontró una rueca oculta en una torre. Al tocarla, la maldición se cumplió, y Aurora cayó en un sueño profundo.
El hada bondadosa, compadecida por el dolor del reino, lanzó un hechizo para que todos en el castillo también durmieran hasta que Aurora despertara. Así, el castillo quedó envuelto en un bosque de espinas y olvidado por el mundo exterior.
Muchos años después, un príncipe valiente llegó al bosque y escuchó la historia de la princesa dormida. Desafiando las espinas y los peligros, llegó al castillo y encontró a Aurora. Enamorándose de su belleza y su bondad, la besó, rompiendo el hechizo.
Aurora despertó junto con todo el castillo, y el reino celebró el regreso de su princesa. Aurora y el príncipe se casaron y vivieron felices para siempre.
La Bella Durmiente del Bosque nos enseña que la paciencia, el valor y el amor verdadero pueden superar cualquier maldición.
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