Vasilisa la Bella
Cuento Corto

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En los fríos y misteriosos bosques de Rusia, una joven llamada Vasilisa demostró que la bondad y la valentía pueden superar cualquier desafío, incluso los de la temible bruja Baba Yaga. Este es un clásico cuento popular ruso sobre magia, astucia y amor.

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Había una vez, en un lejano pueblo ruso, una hermosa joven llamada Vasilisa. Antes de morir, su madre le dejó una pequeña muñeca mágica y le dijo:
—Cuando enfrentes problemas, dale de comer a esta muñeca y pídele ayuda. Ella nunca te fallará.

Tras la muerte de su madre, el padre de Vasilisa se casó con una mujer cruel que tenía dos hijas. Las tres trataban a Vasilisa como una sirvienta, obligándola a hacer todo el trabajo de la casa. A pesar de las dificultades, Vasilisa permanecía amable y obediente, y siempre confiaba en su muñeca mágica.

Un día, el padre de Vasilisa tuvo que irse de viaje, dejando a la joven sola con su madrastra y hermanastras. Aprovechando su ausencia, la madrastra decidió deshacerse de Vasilisa.
—Ve al bosque oscuro y pide fuego a Baba Yaga, la bruja. Sin su fuego, no podremos calentar nuestra casa.

Las hermanastras sabían que Baba Yaga era conocida por devorar a quienes se acercaban a su cabaña, pero Vasilisa no tuvo más remedio que obedecer. Con su muñeca mágica en el bolsillo, se adentró en el bosque. Después de caminar durante horas, llegó a la extraña cabaña de Baba Yaga, que se alzaba sobre patas de gallina y giraba lentamente.

—¿Qué quieres, niña? —preguntó la bruja con voz áspera.
—Mi madrastra me envió a buscar fuego —respondió Vasilisa con valentía.

Baba Yaga aceptó, pero puso varias pruebas difíciles para Vasilisa: limpiar la casa, separar semillas y cocinar un banquete. La muñeca mágica ayudó a Vasilisa en todo, realizando las tareas mientras la joven descansaba.

Impresionada por su habilidad, Baba Yaga le preguntó:
—¿Cómo lo lograste?
Vasilisa, astuta, respondió:
—Con la bendición de mi madre.

Al escuchar esto, Baba Yaga, que odiaba las bendiciones, se enfureció y la expulsó de su cabaña, dándole un cráneo ardiente lleno de fuego como premio. Al regresar a casa, el cráneo mágico consumió a la malvada madrastra y a sus hijas, liberando a Vasilisa de su opresión.

Con el tiempo, Vasilisa fue al pueblo, donde su belleza y amabilidad la llevaron a trabajar para un sastre. Allí, conoció al zar, quien quedó encantado con ella y la convirtió en su esposa.

Vasilisa la Bella nos enseña que la bondad, la valentía y la ayuda desinteresada siempre triunfan sobre la maldad.