«El Kuchisake-onna» (口裂け女, Kuchisake-onna) | Cuento de Yōkai

El Kuchisake-onna (口裂け女, Kuchisake-onna)

En las calles oscuras y brumosas de Tokio, donde las farolas parpadeaban y las sombras se alargaban, habitaba una leyenda urbana que helaba la sangre de los más valientes: la Kuchisake-onna.

Kuchisake-onna, la mujer de la boca cortada, era un espíritu vengativo que vagaba por las noches buscando víctimas. Se decía que era una mujer hermosa que había sido víctima de un cruel asesinato, y que ahora regresaba del más allá para atormentar a los vivos.

Su apariencia era aterradora. Su rostro pálido estaba cubierto por una máscara blanca, y sus ojos negros brillaban con una intensidad sobrenatural. Pero lo más terrorífico era su boca, que se extendía de oreja a oreja en una macabra sonrisa.

Kuchisake-onna solía atacar a niños que caminaban solos por la noche. Se les acercaba con una voz dulce y maternal, y les preguntaba si la encontraban hermosa. Si el niño respondía «sí», ella se quitaba la máscara, revelando su horrible boca cortada. Entonces, con un cuchillo afilado, cortaba la boca del niño de oreja a oreja, dejándolo con una sonrisa tan terrible como la suya.

Si el niño respondía «no» a su pregunta, Kuchisake-onna se enfurecía y lo perseguía con una velocidad aterradora. Algunos decían que incluso podía teletransportarse, apareciendo de repente frente a su víctima para acorralarla.

Para protegerse de Kuchisake-onna, los niños aprendieron a seguir una serie de reglas:

  • Nunca caminar solo por la noche.
  • Si te encuentras con una mujer con máscara blanca, no le hables.
  • Si te pregunta si es hermosa, responde «no» y corre lo más rápido que puedas.
  • Lleva siempre contigo un caramelo o un amuleto de la suerte. Se decía que Kuchisake-onna odiaba los dulces y los amuletos, y que si le ofrecías uno, te dejaría en paz.

La leyenda de Kuchisake-onna se ha transmitido de generación en generación, y todavía hoy en día, muchos niños japoneses se estremecen de miedo al escuchar su nombre.

Un día, una niña llamada Akari caminaba a casa de la escuela después de que oscureciera. A pesar de las advertencias de sus padres, Akari se había distraído jugando con su teléfono y no se había dado cuenta de la hora.

De repente, una mujer con máscara blanca se apareció frente a ella. La mujer tenía una voz dulce y amable, y le preguntó a Akari si la encontraba hermosa.

Akari, petrificada de miedo, no pudo responder. La mujer se quitó la máscara, revelando su horrible boca cortada. Akari gritó con terror y corrió tan rápido como pudo.

La mujer la persiguió por las calles oscuras, pero Akari logró escapar. Se escondió en una tienda de conveniencia y llamó a la policía. Cuando la policía llegó, la mujer ya había desaparecido.

Akari nunca olvidó la terrible experiencia que vivió. Desde ese día, siempre tuvo cuidado de no caminar sola por la noche, y nunca más volvió a hablar con un extraño.

La leyenda de Kuchisake-onna es un recordatorio de que el peligro puede acechar en cualquier lugar, incluso en las calles de una ciudad moderna como Tokio. Es importante estar siempre alerta y tomar precauciones para evitar ser víctima de cualquier mal.