El Tío Conejo y el Tío Tigre
Cuento Corto
En lo profundo de la selva venezolana, vivían dos rivales famosos: el astuto Tío Conejo y el feroz Tío Tigre.
Esta es la historia de cómo el ingenio puede vencer a la fuerza y de cómo una inesperada amistad puede surgir de las aventuras más sorprendentes.
El Tío Conejo y el Tío Tigre
En el corazón de la selva venezolana, donde los árboles tocan el cielo y los ríos rugen con fuerza, vivían dos personajes muy conocidos: el Tío Conejo y el Tío Tigre. El Tío Conejo era pequeño pero astuto, siempre usando su ingenio para salir de problemas. Por otro lado, el Tío Tigre, grande y fuerte, era temido por su feroz apetito.
Un día, el Tío Tigre decidió que ya estaba cansado de su comida habitual y pensó que el Tío Conejo sería un excelente banquete. Siguiendo las huellas del pequeño conejo, llegó hasta su madriguera, escondida entre las raíces de un gran árbol.
—¡Tío Conejo! —rugió el Tío Tigre con voz grave—. ¡Sal de ahí, porque he decidido comerte!
Desde su madriguera, el Tío Conejo, calmado como siempre, respondió:
—Un momento, Tío Tigre. ¿Por qué comerse a un pequeño conejo como yo, que no alcanzará ni para un bocado? Tengo una mejor idea.
Intrigado, el Tío Tigre escuchó al Tío Conejo, quien le propuso llevarlo a un lugar lleno de conejos grandes y jugosos. Ansioso por una presa más sustanciosa, el Tío Tigre aceptó.
El Tío Conejo lo guió por la selva hasta llegar a un campo lleno de «conejos» que saltaban entre las hortalizas. Pero había un detalle que el Tío Tigre no notó: esos «conejos» eran piedras pintadas de blanco. Cegado por el hambre, el Tío Tigre se lanzó hacia ellas con un rugido feroz, chocando contra las piedras y quedando aturdido.
El Tío Conejo, rápido como el viento, aprovechó la confusión para escapar. Cuando el Tío Tigre recuperó el sentido, estaba furioso y persiguió al Tío Conejo por toda la selva. Sin embargo, el pequeño conejo siempre lograba burlarlo gracias a su astucia y velocidad.
Finalmente, el Tío Tigre, agotado y derrotado, reconoció su error. El Tío Conejo le dijo:
—Tío Tigre, hoy aprendiste que no siempre la fuerza es la mejor opción. La inteligencia y la astucia pueden ser más poderosas.
Desde entonces, aunque seguían siendo rivales, el Tío Conejo y el Tío Tigre aprendieron a convivir en la selva, siempre con un toque de humor y respeto.
⭐ Votos
Valoraciones
Sin título
jajjaj me gusto el personaje de el conejo muy bueno
Sin título
me encato este cuento
castellano
muy buen cuento me sirvio para una tarea