Susanoo no Mikoto: El dios que salvó al cielo | 素戔嗚尊

Susanoo no Mikoto El dios travieso que salvó al cielo - leyenda japonesa

En el cielo, donde las nubes danzaban y las estrellas brillaban con fulgor celestial, vivía un dios llamado Susanoo no Mikoto. Era un joven impetuoso y travieso, conocido por su espíritu indomable y sus bromas irreverentes.

Un día, Susanoo no Mikoto decidió bajar a la Tierra para explorar el mundo mortal. Sin embargo, su llegada no pasó desapercibida. Su energía turbulenta y sus bromas pesadas causaron estragos en los campos de arroz, los ríos se enturbiaron y las flores se marchitaron.

Izanagi, el padre de Susanoo no Mikoto, enfurecido por su comportamiento, lo desterró del cielo. Susanoo no Mikoto, desolado, descendió a la Tierra con el corazón apesadumbrado.

Vagando por un bosque frondoso, se encontró con una anciana que lloraba desconsoladamente. Al preguntar la causa de su aflicción, la anciana le contó que una terrible serpiente de ocho cabezas, Yamata no Orochi, aterrorizaba a su aldea. Cada año, la serpiente exigía un sacrificio: una joven doncella. La próxima víctima era la hija menor de la anciana, la dulce Kushinada.

Susanoo no Mikoto, conmovido por la tristeza de la anciana y su valentía, decidió ayudar. Prometió a la anciana que protegería a su hija y derrotaría a la serpiente.

Con astucia y determinación, Susanoo no Mikoto ideó un plan. Pidió al pueblo que preparara ocho barriles de sake, la bebida fermentada de arroz. Luego, los colocó alrededor de la guarida de la serpiente. Cuando Yamata no Orochi llegó, atraído por el aroma del sake, bebió con avidez hasta caer en un profundo sueño.

Aprovechando la situación, Susanoo no Mikoto atacó con ferocidad. Su espada relámpago brilló con un fulgor celestial, cortando las ocho cabezas de la serpiente una por una. La batalla fue épica, el rugido de la bestia resonó en las montañas y el cielo se tiñó de rojo con la sangre derramada.

Finalmente, Yamata no Orochi fue derrotada. Su cuerpo sin vida se desmoronó en la tierra, liberando al pueblo del terror que les oprimía. Susanoo no Mikoto se convirtió en un héroe, aclamado por su valentía y su bondad.

Izanagi, al enterarse del heroico acto de su hijo, lo perdonó y le permitió regresar al cielo. Susanoo no Mikoto, transformado por su experiencia en la Tierra, se convirtió en un dios protector, velando por el bienestar del pueblo y la armonía del mundo.

Moraleja:

  • Incluso aquellos que cometen errores pueden redimirse con actos de bondad y valentía.
  • La bondad y el valor son siempre recompensados.
  • Nunca es tarde para aprender y cambiar.